martes 10 de abril de 2012
"La rana hervida"
Imagínense una cazuela llena de agua, en cuyo interior nada tranquilamente una rana. Se está calentando la cazuela a fuego lento.
Al cabo de un rato el agua está tibia.
A la rana esto le parece agradable, y sigue nadando.
La temperatura empieza a subir.
Ahora
el agua está caliente. Un poco más de lo que suele gustarle a la rana.
Pero ella no se inquieta y además el calor siempre le produce algo de
fatiga y somnolencia.