Salir de la zona de confort
Hoy quisiera acercaros una historia sencilla, un cuento breve que entiendo refleja alguno de nuestros hábitos mas costumbristas.
Una reflexión sobre como estamos anclados en la pereza, en la rutina, y en la denominada "zona de confort".
Cuenta una historia que un niño se encontró con "Perezoso", un perro que estaba sentado en medio del camino y no paraba de gruñir y quejarse.
"¿Que te pasa?¿Estas enfermo?, le pregunto el niño.
El animal, lo negó con la cabeza.
De pronto el niño descubrió que aquel perro estaba sentado sobre un clavo oxidado y le dijo; "!Cuanto mas tiempo tardes en sacártelo, más te dolerá la herida!".
Y añadió sorprendido;"¿Por qué no te levantas?
Cansado de escuchar al niño,finalmente Perezoso le respondió con sorprendente tranquilidad:
Porque no me duele tanto como para hacer el esfuerzo de levantarme"
¿Qué tal bien o mejor?
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